Algunas de las carencias de que se ha acusado a Martín en este proyecto han sido el uso interesado de las comunidades para crear una falsa revolución, la aparente falta de inversión en el proyecto, la dudosa viabilidad técnica y la falta de cobertura legal. Tras la decisión de «abandonar la revolución» y con esta inversión de por medio FON ataja los dos primeros puntos y conseguirá un bombardeo de publicidad de los medios generalistas que quizás (y unido a la bajada de precios de los routers que ya anuncián en su blog) difunda el proyecto entre el ‘usuario de a pie’ y consiga que en algunas ciudades se alcance esa masa crítica necesaria para que este proyecto se convierta en viable. Yo nunca he creído que el aspecto legal sea problema (FON no es competencia para los ISP sino, talvez en un futuro, para las empresas de telefonía), así que todo son buenas noticias para el argentino y sus galácticos.
Buenas cartas y bien jugadas Martín. Me descubro.