«La mayor amenaza de las sociedades modernas no tira bombas, no grita, ni siquiera tiene identidad. Su medio es la Red. Es a través de ella como consigue colarse en nuestra vida, en nuestro trabajo, y así apropiarse de aquello que guardamos con más recelo. Son los ??hackersâ?? los artÃfices de esta siniestra amenaza que cuesta cada año a las empresas de todo el mundo desembolsos billonarios y a millones de ciudadanos disgustos colosales».
O sea que ni el terrorismo, ni la posible mutación del virus de la gripe aviar, ni el nuevo aumento de popularidad de las armas nucleares y otras armas de destrucción masiva, ni las guerras ‘ilegales’ o no (¿qué serÃa lo contrario de guerra ‘ilegal’?¿las hay legales?), ni las hambrunas, ni los desastres naturales, ni el agujero de la capa de ozono o el calentamiento del planeta… no: la mayor amenaza de las sociedades modernas son el spam, el phishing los virus y gusanos informáticos y, por supuesto, el dinero que se gastan las empresas en corregir lo que deberÃan de haber hecho bien desde un principio. Ah, claro, y los ‘disgustillos’ de los pobres desgraciados que pierden las fotos de sus últimas vacaciones en Benidorm.
Mandan huevos…