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La Internet Oculta (más sobre TOR)

Hace unas semanas publiqué un post en el que comentaba las bondades de TOR y Privoxy y contaba por encima una forma fácil y flexible de instalarlos y configurarlos. Hoy voy a contaros otro aspecto muy, muy interesante acerca de TOR: el acceso a una «Internet oculta».

Cuando accedemos a Internet a través de la red TOR no sólo tenemos acceso anónimo a la Internet convencional sino que tenemos a nuestra disposición unos servicios ocultos… servicios publicados en internet a través de estos mismos servidores y a los que sólo se tiene acceso con este tipo de conexión.

Existe una wiki dónde se recogen los enlaces que se quieren hacer públicos a todos los usuarios de la red TOR. No os molesteis en pulsar en el enlace anterior si no estais usando uno de estos routers porque os mandará a uno de esos moletos sitios de compra y venta de dominios. Ahora bien, si estás usando un servidor TOR y pulsas en el enlace entrarás en la siguiente wiki:

Entre estos servicios teneis servidores jabber, de IRC, de almacenamiento de ficheros, etc. Y, por supuesto, también hay secciones de pornografía, política y de «contenidos controvertidos» donde… vaya… ¿qué será eso del video de un editor de periódicos español?¿Pero no era una leyenda urbana?

Pero si lo que realmente quieres es mantener una dirección oculta entre compañeros o colaboradores no deberías de publicarla aquí. Un servicio publicado en esta internet oculta para el cual no hagamos pública la dirección está a salvo de cualquier buscador o mirada indiscreta. Y crearlos es sumamente fácil…

En el fichero de configuración torrc (en /etc/tor habitualmente) existe una sección explicita para que coloquemos nuestros servicios ocultos:

############### This section is just for location-hidden services ###

Crear un nuevo servicio es muy sencillo. Basta con dos líneas para, por ejemplo, crear un sercicio oculto que apunte a la web de El País:

HiddenServiceDir /Library/Tor/var/lib/tor/hidden_service/
HiddenServicePort 80 www.elpais.es:80

Con la primera línea le indicamos a TOR un directorio donde guardará información acerca de ese servicio. Allí generará un fichero llamado hostname donde figurará la URL donde se publicará nuestro servicio oculto dentro de la red de TOR. Esta URL tendrá una forma similar a estas: http://6sxoyfb3h2nvok2d.onion/. En la segunda línea indicamos el puerto a través del que se accederá a dicho servicio y la URL donde se encuentra el servicio ‘real’.

Una vez que hemos comprobado que lo anterior funciona el resto es casi tan sencillo: instalamos nuestro servidor web favorito en la misma máquina donde tenemos el TOR y configuramos una instancia en, por ejemplo, el puerto 3222 de forma que sólo acepte conexiones entrantes de el mismo (localhost). Comprobamos que funciona y, a continuación, sustituimos la segunda línea de nuestro servicio oculto por lo siguiente:

HiddenServicePort 80 localhost:3222

Reiniciamos el servicio de TOR. Y listo.

Y por cierto: después de escribir el texto del otro día me di cuenta de que habíamos estado analizando el anonimato que nos proporcionaba esta herramienta desde el punto de vista del destino, pero no del origen, es decir ¿qué es lo que ve nuestro ISP cuando usamos TOR? Hoy, después de una sesión de unos 30 minutos he recogido los datos de las conexiones que he tenido abiertas a través de ntop y este es el resultado:

Salvo el dns de jazztel y la página web del ntop, ninguno de los otros servidores tienen absolutamente nada que ver con los sitios que he estado visitando…

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