Por fin un mes como a mi me gusta. Al menos en cuanto a cantidad porque calidad no ha habido mucha, la verdad… pero en fin, no se puede tener todo…
La fiesta del chivo. Infumable. Posiblemente una de las direcciones más pésimas que he visto en mucho tiempo. Mira que tenía que haberlo advertido… había visto a Mario Vargas Llosa ‘excusando’ la película de su primo hermano (Luis Llosa es el director, por llamarlo de alguna forma, del film) y El País, que trata muy bien a ‘los suyos’ (y los Llosa lo son) hacía una crítica bastante tibia de la obra… pero bueno, la novela me había gustado tanto que piqué. Ni se os ocurra.
Sideways (Entre copas). Me gustó pero no me llegó demasiado. Y eso que tiene todos los ingredientes necesarios para que me guste: una película sencilla que cuenta una historia ordinaria y muy real… quizás me cogío un mal día. Tengo que volver a verla.
Dayereh (El Círculo). Cuasi documental que gira en torno a la situación de las mujeres en Iran. Hay que verla pero su interés es puramente divulgativo.
Lucía, Lucía (La hija del canibal). Otro caso similar a La Fiesta del Chivo. La novela me encantó pero la película tiene una estética extravagante que me dejó la impresión de haber visto un anuncio de compresas de cerca de dos horas. La translación de la trama a México hace sufrir, a mi juicio, muchísimo la historia y Félix, un viejo anarquista y excompañero de Durruti (para mí el personaje más interesante de la novela) se convierte en un gris y plano ex combatiente de la revolución cubana. Una verdadera pena. Menos mal que la cogí en la biblioteca y no me costó ni un duro
In good company (Algo más que un jefe). No la hubiera cogido jamás de la estantería del video club pero me la pusieron en un viaje en AVE a Sevilla y me resultó bastante interesante. Un retrato bastante curioso de las visiones encontradas del mundo laboral entre un cincuentón hecho ‘a la antigua usanza’ y un joven yuppie. Como anécdota curiosa, en el asiento de al lado del tren llevaba sentado a Antonio Romero, parlamentario en andalucía por Izquierda Unida… ¿que habrá pensado él de la peli?
The Good Shepherd (Secreto de confesión). La otra cara de la moneda: la peli que me pusieron en el viaje de vuelta a Madrid. Un petardo repleto de tópicos (sacerdote acusado de asesinato que no puede revelar lo que le han contado bajo secreto de confesión, otro sacerdote con crisis de fé, su ex novia de por medio…) que no merece la pena ni tres líneas. Ya me he pasado…
The miracle worker (El milagro de Ann Sullivan). Peliculón clásico que por esos avatares del destino nunca había visto. Narra la historia real de como una profesora enseña a una joven ciega, sordomuda y malcriada a comunicarse con los demás. Un dramón pero de los buenos. Y Anne Bancroft está absolutamente soberbia. Teneis que verla.
Crimen ferpecto. No llega, a mi juicio, a la altura de La Comunidad, pero se trata de una divertidísima comedia en la que Guillermo Toledo y Mónica Cervera están sembrados y Álex de la Iglesia sigue demostrando que tiene uno de los mejores sentidos de la acción del panorama español. Había escuchado que los interiores de los grandes almacenes dónde se rueda la mayor parte de la película son los de Vilima, en Sevilla ¿sabe alguien si es cierto? Y una última cosa: Álex de la Iglesia (al que hubo una temporada que me encontraba en todos lados: en los bares de Malasaña, en un chino de Álcalá donde solía ir a comer, en El Palacio del Ron en Bilbao…) ha comentado en varias ocasiones que uno de sus proyectos fetiches es rodar una película sobre Fu-manchú. Yo me muero por verla ¿hacemos una petición conjunta?
León y Olvido. Plana, plana. La historia prometía ser interesante: dos mellizos, uno de ellos con sindrome de down, la otra una guapa adolescente con un caracter fuertemente destructivo, se ven obligados a convivir juntos a la muerte de sus padres. Desgraciadamente la historia no avanza absolutamente nada y repite continuamente lo mismo durante las dos horas de duración del film. Con un corto habría bastado.