La semana de calor está siendo asfixiante. Por las noches no refresca y por las mañanas te levantas con la sensación de no haber descansado. Luego te queda aún por sufrir el tráfico. Y la M30. Todos los años, además, se suele notar que el tráfico desciende despúes del cierre de los colegios y con la gente que se coge las vacaciones tempranito, pero este año nada de nada… Las famosas obras que tanto hemos sufrido y que en el tramo que yo cojo (de Moratalaz a Arturo Soria) parecen totalmente acabadas no han mejorado en absoluto la fluidez del tráfico. Muy al contrario. El conductor tipo de Madrid que, imagino que contagiado por la agresividad del tráfico, suele ser particularmente incívico e insolidario parece atacado por una ira particularmente irracional estos días y circular en moto se convierte en una aventura digna de admiración.
En fin. No me echeis mucha cuenta que seguramente exagero. Al menos en parte. Vaya una forma de volver a la palestra…