«Lo que está claro que el juez Garzón me gritó en la nuca y eso no se puede perdonar.
Si la justicia se administra en nombre del Rey y el Rey no grita, ningún juez, por muy magistrado que sea, puede levantar la voz.
Ni en las comisarías más siniestras del franquismo ocurrían estas cosas.?.
Si la justicia se administra en nombre del Rey y el Rey no grita, ningún juez, por muy magistrado que sea, puede levantar la voz.
Ni en las comisarías más siniestras del franquismo ocurrían estas cosas.?.
Manuel Escribano, perito ‘experto’ en ácido bórico y absolutamente convencido de que las prácticas en «las comisarÃas más sinestras del franquismo» eran similares a los programas de Barrio Sésamo.