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Virtualización

Según la real academia ‘virtual’ significa en una de sus acepciones «que tiene existencia aparente y no real». Nunca he tenido claro que eso de «máquina virtual» sea, pues, una buena definición para estas «maquinas de existencia aparente» pero de efectos y funcionalidades tan reales como la que más.

VMware es, posiblemente, la empresa que lleva más años en esto y la gratuidad de VMware Player, su versión básica pero perfectamente funcional y válida para la mayoría de los propósitos, ha contribuido aún más a extender su utilización. El otro gran acierto, a mi juicio, ha sido el llamado Virtual Appliance Marketplace, una web desde la que se pueden descargar máquinas virtuales creadas y perfectamente configuradas de gran cantidad de aplicaciones libres y/o comerciales.

Hacía mucho tiempo que no tenía que recurrir a la instalación de una máquina virtual y, como tantas otras cosas, lo primero que sorprende es lo fácil que resulta ahora frenta a las dificultades de otros tiempos. En una máquina con Ubuntu (o cualquiera de las distribuciones de su familia) basta con instalar el paquete vmware-player. Si queremos probar inmediatamente de que va esto tenemos una máquina muy simple que consta básicamente de un ubuntu con firefox. Curioso esto de un Ubuntu dentro de un Kubuntu 😉

Si lo que queremos es crear una máquina «a medida» lo mejor es utilizar otro fabuloso recurso para la definición inicial de la máquina: EasyVMX. Tenemos tres posibles opciones (simple, media y avanzada). y a poco que le echemos un vistazo a los ficheros vmx generados veremos lo sencillo que es, incluso, introducir modificaciones en dichas definiciones de forma manual.

Una vez que generamos la definición de las características de la máquina con la que queremos trabajar lanzamos el vmplayer, abrimos el fichero vmx antes generado y, a todos los efectos, tendremos una máquina «virgen» que precisará de un medio de instalación. Como, por ejemplo, un windows xp:

El sistema no es perfecto sobre todo en lo que tiene que ver con manejo de algunos elementos hardware y es posible que surja alguna complicación inicial. Ayer, por ejemplo, comprobé que la webcam me funcionaba perfectamente y sin ningún problema en este xp virtual pero, sin embargo, el scanner no funcionaba correctamente aunque posiblemente pueda corregirse si es necesario (lo cual no es mi caso por el momento) modificando alguno de los parámetros del fichero vmx.

Las ventajas para entornos de prueba, evaluación o para disponer de algunas herramientas de forma temporal (o incluso definitiva) en un entorno de migración son indudables. Por otro lado las máquinas virtuales resultantes son perfectamente exportables de forma que basta con crear una a medida y distribuirla entre tanta máquinas como queramos para dar servicio en entornos corporativos. Un lujo, vamos.

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