Pillar a un estudiante de ESO o Bachillerato que ha «fusilado» un trabajo de el rincón del vago es sumamente sencillo. Basta con buscar una o dos frases elegidas con cuidado en Google. Coger a un universitario o a un investigador, salvo que sea rematadamente bobo o confiado, debe de ser bastante más difícil, así que este tipo de herramientas hacen búsquedas parciales del contenido del documento de forma que, al final del análisis, son capaces de detectar (según nos cuentan) operaciones de «corta y pega» selectivas e identificar el porcentaje de cada una de las contribuciones externas al contenido final del trabajo del pícaro alumno. El pantallazo de un informe de ejemplo es lo suficientemente significativo:
Pero ya lo que me coge de sorpresa es que, leyendo un poco más por ahí, te das cuenta de que Turnitin no es la única herramienta en su categoría. Están también CopyCatch, iThenticate… En la Universidad de Maryland tienen una página completa con recursos relativos a los plagios, su estudio y su control. ¿Tanto preocupa a las universidades este tema como para que haya negocio con estas herramientas? ¿Conoceis a alguien que las use? La verdad es que siento curiosidad por saber si realmente son útiles…