Y, para quien se piense que estos bonitos gestos valen para algo más que para llenar hueco en los periódicos y telediarios, más vale que se lea este acertado texto de Javier Armentia y reflexione un poco (visto en las penas del Agente Smith que, además, reproduce la gráfica facilitada por Red Eléctrica de España donde puede verse el ridículo efecto causado en el consumo).
Y, que conste, que yo también he apagado la luz. Por si acaso.