«Desde luego no tenía ningún tipo de problema con él porque es un hombre de una envergadura menor. Es decir, que si llega a tratar de golpearme de frente hubiera salido muy mal parado»
Jesús Neira, más conocido como «profesor Neira», el nombre de guerra que los medios le han escogido y que, con los eximentes de que ha estado a punto de morir y de que lleva meses en un hospital (la mayor parte de ellos en coma) y probablemente su estado mental no es aún el más propicio, vendió la otra noche una entrevista a Antena 3 (a cambio de su entrada en nómina como tertuliano cuando abandone el hospital) plagada de frases desafortunadas que rezuman desde la chulería bellaca e impropia de la anterior, al desagradable clasismo de la siguiente: