La descarga del software se hace desde aquí. Existen versiones en formato .deb, .rpm e .ipk. Asimismo ofrecen versiones para 32 y 64 bits y con GUI o sin el. Yo he probado tanto la versión rpm sobre un Fedora 11 con KDE 4 como la deb sobre Ubuntu 9.04 y ambas funcionan perfectamente y se integran relativamente bien con el escritorio. Una vez instalado (basta con descargar el paquete adecuado, agregarle el atributo de ejecutable, lanzarlo con privilegios de root desde un terminal y seguir las instrucciones) el icono para lanzar el gui aparece dentro de la categoría de aplicaciones del sistema o puede lllamarse en línea con el comando bdgui
. La licencia es de evaluación por sólo 30 días pero puede extenderse a un año solicitando un nuevo código por correo electrónico desde aquí.
Por lo demás y como puede apreciarse, el entorno es bien sencillo: una configuración (muy básica), actualización de firmas (en modo manual siempre y sin opción de programarlas, otro defecto grave para usarlo en el escritorio de un usuario común) y una tercera opción para arrancar el scanner. Este último es relativamente pesado pero en una máquina normalita (mi equipo tiene ya más de tres años) funciona de forma desahogada:
Las pruebas de detección que he realizado son bastante correctas. En los últimos años he descuidado bastante mi colección de virus (si, si, colecciono virus informáticos ¿es grave?) pero con los datos que tengo no he encontrado ninguna pifia importante. Y, por supuesto, detecta las cuatro modalidades del test EICAR. Por defecto no toma acciones sobre los archivos infectados y es el usuario quien tiene la potestad de desinfectarlos, borrarlos, ponerlos en cuarentena o no hacer nada.
La desinstalación se hace ejecutando el mismo instalador con el argumento --uninstall
En definitiva, y según mi opinión, no es un producto que sirva para instalarlo de forma corporativa en los escritorios Linux de una empresa u organismo en la que sus usuarios no tengan una formación adecuada en materia de seguridad. El hecho de que no funcione en tiempo real es el principal escollo (ya que la actualización de firmas puede solventarse programando la ejecución en línea del comando bdscan --update
con privilegios de root). Afortunadamente tampoco parece hacer falta. Aún.