Ágora. 2009. Al margen de la polémica montada acerca de las licencias históricas que Amenabar se ha tomado, a mi la historia que nos viene a contar me convence. Ha habido innumerables enfrentamientos entre ciencia y religión a lo largo de nuestra historia y muchos de ellos han demostrado la intolerancia y la violencia que suelen usar los fanáticos religiosos para resolver estas cosas. El hecho de que Hipatia muriese con más de 50 años o que realmente no fuese una astrónoma tan brillante como la descrita me parece del todo irrelevante. Lo que no me ha gustado en absoluto han sido los excesos técnicos usados en la narración: cansinos planos de satélite, mareantes juegos de cámara… ¡Bufff!
Moon. 2009. La historia es simplona y previsible, pero está bien contada, se hace entretenida y es una más de esas buenas y escasas cintas de ci-fi que ayudan a reflexionar acerca de asuntos mucho más cercanos de lo que nos parece…
Si la cosa funciona (Whatever works). 2009. No está mal, pero tampoco me acabó de satisfacer del todo. Si es verdad que se acerca mucho más a las comedias ácidas e irreverentes a las que Woody Allen nos tenía acostumbrados hace ya muchos años, pero la historia me parece tan próxima a «Mejor… Imposible» que me cuesta trabajo verla como una obra original.
Repescas:
La conspiración del pánico (Eagle eye). 2008. Cuando en una película centrada en una Inteligencia Artificial que comienza a hacer cosas al margen de las órdenes que ha recibido dicen algo así como «parece que se le ha roto el router de uno de los discos duros» te puedes hacer una idea de la calidad de los asesores que ha tenido la producción ¿verdad? Pues el resto es igual de «bueno».
Mariposa negra. 2006. Inquietante historia acerca de la determinación de una niña pija peruana que se conjura para matar a Montesinos, el siniestro jefe de inteligencia del gobierno de Fujimori, a quién hace responsable del asesinato de su novio.
Mataharis. 2007. Anticipándose al renovado tirón de las novelas de detectives que vivimos en estos momentos, Icíar Bollaín cuenta una buena historia acerca de como es el trabajo real de tres mujeres dedicadas a esta profesión y las implicaciones en su día a día que, lejos del estereotipo, es en su mayoría el de una persona común y corriente.