Las motivaciones han sido varias pero la fundamental es que quería un móvil decentito para poder trastear con él y lo quería a un buen precio y totalmente libre: sin ataduras a ningún proveedor y con privilegios de root. Me niego a hacer el «paripé» de comprarlo bloqueado y luego rootearlo. No me entra en la cabeza que nadie me venda un pequeño ordenador de bolsillo y me limite lo que puedo hacer con él, la verdad.
Después de mirar mucho por ahí mis dos finalistas fueron el UMI X2 y el Jiayu G4. El primero un clónico de los Galaxy de Samsung, el segundo una imitación de los iPhone de Apple. En esas estaba cuando mi amigo Guillermo escribió en su blog que se había comprado un UMI, que estaba satisfecho y daba las pistas necesarias para que quién le tuviera miedo a la puesta a punto inicial no se lo pensara demasiado. Cuatro semanas y poquito más de 200€ después lo tenía en casa. Si dudas sobre donde comprarlo puedes empezar por mirar en Antelife (casi siempre con los mejores precios) o en Pandawill, AliExpress, Banggood, FocalPrice, etc.
Yo voy a seguir por aquí donde lo dejó Guillermo. ¿Que hacemos si queremos instalarle una ROM personalizada? Necesitaremos una Tarjeta SD y elegir la ROM adecuada. La mejor base de datos está en needrom. Como podemos ver, todas derivan de la versión 4.2.1 de Android que es la que lleva la última oficial del fabricante. Es decir, que realmente se tratan de personalizaciones más o menos atrevidas de la versión oficial. De entre todas ellas, una de las más descargadas la cocinan en perfecto castellano y cuenta con un estupendo soporte desde este hilo de los foros de htcmania. Tiene detrás ocho versiones ya y parecía estable y muy depurada, así que es una buena elección para empezar.
En la siguiente fotografía tenéis una muestra de lo que deberíais de encontraros. Un menú en el que os desplazáis arriba y abajo con las teclas de volumen y elegís una opción con la tecla de encendido.
Las opciones que tenéis que utilizar antes de flashear la nueva ROM son tres:
- wipe data/factory reset
- wipe cache partition
- wipe dalvik cache (dentro de la opción advanced)
Hasta aquí aún no habéis hecho nada «irremediable» en vuestro móvil. Si os entra el pánico y reiniciais (opción «reboot system now») el móvil arrancará perfectamente pero, eso si, tal y como si lo hubiérais sacado de la caja, perdiendo todas las instalaciones y configuraciones que le hayáis hecho. Si decidís seguir adelante aseguraos de que la batería no esta agotándose (mejor si tenéis el móvil conectado a corriente durante el proceso) y adelante. ¡Vamos, valientes! Lo único que os resta es elegir la opción de «Install zip from sdcard» y seleccionar el archivo donde está la ROM que queréis instalar. Si habéis elegido la que os he recomendado por ahí arriba os saltará un instalador gráfico que usa la interfaz táctil del móvil (si, si, habéis oído bien: Aroma Installer es una virguería que alguien se ha currado muy bien y que permite instalar una ROM en tu android de esta forma), que os hará unas preguntas mínimas sobre lo que queréis hacer y que, al terminar, reiniciará con vuestra nueva y flamante ROM.
Un par de cosas para terminar. Si os aficionáis a esto de probar diferentes ROMs (¡es adictivo!) os daréis cuenta que el verdadero coñazo viene después a la hora de volver a instalar las aplicaciones que usas, configurar las cuentas, etc. Una aplicación que te permita hacer backups previos de datos y programas (Titanium Backup es la que yo uso) te evitará pasar por esto si haces una copia previa antes de instalar una nueva ROM. Y dos: recuerda que en ningún momento hemos hecho una copia de seguridad de tu ROM antigua. Si te interesa puedes hacerlo a través del propio CWM que tiene las opciones para hacer backup y restore. También puedes buscarte una ROM original de UMI para tenerla en caso de emergencia. Pero recuerda que este tipo de móviles no tienen soporte técnico en nuestro país, así que si te equivocas o algo sale mal en el proceso deberías de estar seguro de poder resolverlo por ti mismo. Si eres cuidadoso y sigues al pié de la letra lo que hemos visto aquí es bastante improbable, pero puede pasar.