- 1 Pollo grande y entero trozeado.
- 1 tarro de alcaparras (ojo, no alcaparrones) en vinagre.
- 2 puerros.
- 1 o 2 cebollas.
- 2 zanahorias.
- Vino blanco.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
Cuando está a nuestro gusto (es recomendable que ni muy crudo ni demasiado quemado y yo, particularmente, prefiero dejarlo poco hecho) se aparta en un plato y, en el mismo aceite y grasa que ha sudado el pollo, se echa el puerro, la cebolla y la zanahoria cortados en rodajas.
Una vez que la verdura está pochada se vuelve a echar el pollo en la cazuela, se vierten las alcaparras (con el vinagre con el que vienen en el tarro) y un par de vasos (de los de agua) de vino blanco. Se deja consumir a fuego medio y se retira cuando el vino se haya evaporado casi por completo.