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(la cual no pensaba formatear, pero por si las moscas…) me bajé la imagen del CD desde el mirror de RedIris (kubuntu 6.06.1 LTS dapper desktop amd64) y me puse manos a la obra. La versión «desktop» de las distribuciones basadas en ubuntu arranca en modo Live CD y te permite realizar la instalación, si lo deseas, una vez hecha esta carga y desde un entorno gráfico. La versión «alternate» trae un instalador en modo texto clásico.
Mi primera impresión favorable vino de este primer inicio con la versión desktop: creo que es la primera distribución que pruebo que tras el primer arranque y sin hacer absolutamente nada me reconoció perfectamente hasta la webcam. El aspecto también está muy cuidado con un escritorio minimalista con sólo dos iconos (uno de ellos el de instalación), tipos muy limpios y una resolución apropiada para mi monitor TFT.
La instalación se hace a través de un asistente en seis pasos en el que la única complicación para los novatos es, como siempre, el correspondiente a la elección del particionado del disco (o discos si es el caso). La secuencia completa de pantallas en mi instalación fue la siguiente (el quinto paso, el de particionado de los discos, se desdobla en tres pantallas al elegir la opción manual).
La secuencia de instalación es tan simple, tan simple que, para mi gusto, se pasa y se echan en falta por ejemplo que te den opción a configurar la interface de red con una IP fija, pero para el 95% de las instalaciones es más que suficiente y realmente es tan sencilla que hasta mi madre podría seguirla sin dificultades. La instalación completa contando con el tiempo inicial de arranque del Live CD lleva apenas 20 minutos y puesto que tienes detrás un sistema totalmente funcional te permite aprovechar el tiempo navegando por internet o contestando el correo. Un acierto esto también.
Y bueno. Ahora, una vez que ya la tenemos instalada, vamos a empezar a criticarla en serio que si no se va a notar demasiado que quiero que el señor Shuttleworth me invite a un paseito espacial de esos que se llevan ahora :-P. No me gusta nada en absoluto esta costumbre de las Ubuntu de «ocultarte» la existencia del usuario root y darle privilegios de sudo para absolutamente todo al usuario común. Creo que esto se carga por completo la filosofía de los *nix y que sería mucho más importante educarlos en un uso adecuado de los privilegios.
Al final de la instalación te encuentras, como suele ser habitual, una instalación pobre sin soporte para mp3’s, plugins de java, flash y, en definitiva, todas esas cosas que por desgracia se necesitan y no tienen una licencia libre… no es culpa de los chicos de Ubuntu pero por desgracia es algo que ocurre con casi todas las distribuciones populares y que, estoy seguro, decepciona a más de uno hasta que se entera de lo que pasa. En este sentido me habían hablado muy bien de Automatix, un script que, mediante un interfaz gráfico, añade los repositorios necesarios y permite seleccionar a golpe de ratón la mayoría de los programas y librerías necesarias para instalar esas cosillas que suelen echarse en falta. Decidí probarlo y me solucionó casi todas las carencias que tenía el sistema y no lo veo mal para, como había comentado, evitar la decepción de usuarios noveles que se encuentran un sistema que no les permite las funcionalidades a las que están acostumbrados pero a mi particularmente me dejó una desagradable sensación de que perdía el control de lo que ocurría en mi máquina. Yo preferiría que me informara de los repositorios que va a añadir al sources.list
y de las librerías que va a instalar. Que fuera más transparente, en definitiva. Ya tarde descubrí a través de los chicos de TuxHuellas que existe otro programita similar llamado EasyUbuntu. Me gustaría saber si es algo más respetuoso con el usuario así que ya lo probaré en otra ocasión…
Automatix me falló en dos cosas: los plugins para firefox de flash (esto me lo esperaba pero no me lo advirtió en ningún momento) y de java (esto si que no lo esperaba…). En lugar del flash me instaló el plugin de Gnash que provocaba que el firefox se me quedara congelado cada vez que visitaba una página que lo necesitaba e incluso en algunas ocasiones me reseteaba las X completamente. El usuario novel que no sabe que no hay plugin de flash en Linux para arquitecturas de 64 bits y que sólo quiere ver las tiras del Calico Electrónico se habría quedado a dos velas en este preciso momento…
Para el usuario novel pero ‘inquieto’ me parecen mucho más recomendable que todos estos scripts recomendar las guías ubuntu dónde nos orientan acerca de como solucionar todas estas carencias pero sin perder el control de lo que pasa en nuestro ordenador. Allí encontramos, por ejemplo, la forma de instalar flash y de solucionar el problema en las arquitecturas de 64 bits (por el procedimiento de instalar firefox a 32, pero menos da una piedra…), instalar el plugin de Java, los codecs multimedia más frecuentes, etc. Como decían los Maoistas no hay que dar peces sino cañas. Y enseñar a pescar 😉
El otro problema que tuve fue bastante más sencillo de resolver: skype tampoco dispone de paquete debian para arquitectura de 64 bits pero «se tragó» la instalación forzada y luego funcionó sin problemas:
sudo dpkg -i --force-architecture skype-beta-1.3.0.37-1_i386.deb
La sensación final fue en definitiva agridulce. Es una distribución muy orientada al usuario que prefiere que se lo den casi todo hecho (como Mandriva, Suse o RedHat) y que no quiere (o no tiene el tiempo de) enfrentarse a una Debian pero que tal vez más que ninguna otra comete el error de simplificar las cosas tanto que le oculta al usuario lo que está ocurriendo con su ordenador, lo cual la aleja de los usuarios que, como yo, no quieren perder el tiempo personalizando una distribución de escritorio pero quiere conservar el control de lo que esta hace. Creo también que quien se acerca a una distribución de Gnu/Linux y abandona windows lo hace por regla general con una mente abierta y hay que aprovechar ese momento no para atontarlo con scripts que automaticen la instalación de nada sino para educarlo correctamente en como tiene que hacer estas cosas.
Por último, señalar que la comunidad castellano-parlante de kubuntu parece ser bastante activa y tiene sus propias web y foro dónde obtener soporte.