Icono del sitio Un lugar en el mundo…

Un metro infame para una ciudad maravillosa

Después de lo visto en Londres prometo no volver a meterme jamás con el metro de Madrid. No en vano se trata del tren subterráneo más antiguo del mundo, pero es que en algunas estaciones parece que no se ha hecho nada desde su inauguración allá por el 1863… Y ya. Es la única queja que tengo de estos seis días en una ciudad monumental, hermosa, acogedora, multicultural y con tantas posibilidades como te permitan las ganas y las fuerzas. Podría decir que también el dinero influye en las posibles opciones pero salvo algunas excepciones y si tu plan de viaje no es el del Maraja de Kapurthala se puede pasar bastante bien con relativamente poco dinero. Eso si: es imprescindible un espíritu joven y un poco «tirado».

Estancia y transportes son los grandes escollos económicos para una visita a la capital del Reino Unido. A nosotros el viaje de ida y vuelta nos ha costado algo menos de 80 euros con EasyJet, el transporte de ida y vuelta al aeropueto de Gatwick unos 36 euros con Gatwick Express, la estancia alrededor de 100 euros diarios (habitación doble con cuarto de baño y opíparo desayuno) en el Britannia Court Hotel (aquí es donde puedes ahorrarte más dinero según lo poco «delicado» que seas) y los tickets diarios de metro por algo menos de 8 euros.

En cuanto al resto, evidentemente hay actividades en las que puedes dejarte tanto dinero como estés dispuesto a pagar: teatros y musicales (eso si, a ver donde puedes ir a ver a Jessica Lange en vivo sobre un escenario…), la carísima entrada a la Torre de Londres, un viaje en el impresionante Eye of London, etc., Pero la entrada a los principales museos y galerías (las Tate, la National Gallery, el British Museum…) es totalmente gratuita, puedes comer hasta no poder más desde menos de ocho euros en los múltiples buffets libres orientales de Chinatown (por algo más de cinco si eliges la opción de «take away» y buscas una bonita plaza donde comer), disfrutar de los espectáculos callejeros en el mercadillo de Covent Garden, entrar a un concierto de órgano en la Abadía de Westminster… Y, por supuesto, pasear también es gratis.

En el aspecto humano me han sorprendido, sobre todo, un par de cosas. En primer lugar lo amable y agradable que es la gran mayoría de la gente con la que hemos tenido contacto (realmente no me lo esperaba de una ciudad tan grande). En segundo lugar lo orgullosos que están los británicos de sus militares y sus hazañas bélicas lo cual se refleja en la gran cantidad de monumentos conmemorativos y memoriales. Es lo que tiene, imagino, no haber sufrido un alzamiento militar, un golpe de estado, una cruenta guerra civil provocada por esto y una posterior dictadura represiva.

He dejado algunas fotos en el album de BubbleShare que veis aquí arriba, y en mi cuenta de Flickr. A ver si se os abre el apetito. Y el que necesite información que pregunte.

Salir de la versión móvil