Si entramos en detalles las peores posiciones las tenemos en el nivel de impuestos (103) y en el tiempo necesario para empezar un negocio (97). Tenemos también un pavoroso 117 en el coste de conexión telefónica para empresas pero sólo porque parece que no han reunido los datos necesarios para hacer la comparativa (no he encontrado leyenda pero imagino que NA querrá decir algo así…). Nuestras mejores puntuaciones están en el coste de las llamadas personales (donde estamos en un primer puesto empatado con Hong Kong) y, sorpréndanse, en la calidad de nuestras escuelas de negocios donde estamos en el puesto número 5 y sólo superados por Francia, Bélgica, Suiza y Canada (en este orden). Sin embargo, en el resto de las variables que competen al sistema educativo tenemos unos resultados bastante más mediocres: 66 en la calidad de la eduación en ciencias y matemáticas, 50 en la calidad en general del sistema educativo y un 41 en el acceso a internet desde las escuelas.
Y un último punto negativo: nuestra evolución desde el año 2001 es desfavorable en casi todos los aspectos (salvo en uso individual en que hemos escalado una posición). Bien es verdad que en sus comienzos el estudio sólo tomaba en cuenta a 87 países y ahora son 127 pero tampoco eso nos deja en buen lugar porque significaría que muchos de los nuevos incorporados se encuentran mejor preparados que nosotros. La tabla con nuestra evolución en los principales indicadores es esta:
A título de curiosidad (o por si estáis pensando en auto exiliaros como Sanchez Dragó 😉 ) el puesto número 1 lo ocupa Dinamarca seguida de (en este orden) Suecia, Suiza, Estados Unidos y Singapur.