Lo primero es lo primero: descargar la versión adecuada de virtualbox. Yo me he bajado la genérica para cualquier distribución y arquitectura i386. La última versión, en el momento actual, es la 2.14.
Lo segundo: preparar el entorno adecuado para compilar los módulos necesarios. El equivalente a nuestro hasta ahora habitual apt-get build-essentials kernel-headers
se vería así de feo en Fedora:
[root@localhost downloads]# yum install make automake autoconf gcc kernel-devel dkms
Tres: aplicamos permisos de ejecución al .run
que nos hemos bajado (chmod +x VirtualBox-2.1.4-43001-Linux_x86.run
), y lo ejecutamos con privilegios de root.
Cuatro: necesitamos meter nuestro usuario dentro del grupo habilitado para conceder permisos de ejecución de maquinas virtuales:
[root@localhost downloads]# usermod -a -G vboxusers josemaria
El quinto paso, y el único arcano dentro de todo el proceso, es que para que funcione de forma adecuada a partir de la versión 2.6.29-rc5 del kernel hay que editar el fichero /usr/src/vboxdrv-2.1.4/Makefile
y descomentar la siguiente línea:
# VBOX_USE_INSERT_PAGE = 1
Imagino que en las próximas versiones se solventará con un ifdef, pero de momento hay que hacerlo así. Es lo que tiene esto de querer probar las cosas antes que nadie 🙂 Ah, y no, no soy un gurú del kernel ni nada parecido. Sólo se donde buscar.
Y ya casi estamos. El sexto y último paso es ejecutar, también como root, el proceso que construirá los módulos adecuados para nuestro kernel:
[root@localhost downloads]# /etc/init.d/vboxdrv setup
.
Ala, a seguir trabajando.
ACTUALIZACI?N: Al cambiar a la beta de Fedora 12 me he dado cuenta de que ya no es necesario siquiera esto. La gente de VirtualBox mantiene ahora un completo directorio con paquetes para, incluso las versiones beta más populares. En estos momentos la última versión de Virtualbox es la 3.08 y mirad que muestrario.