Cada vez que creo que el activismo digital español ha llegado a los límites del absurdo, los gloriosos líderes de la causa revolucionaria hispánica son capaces de ir más allá y descubrir nuevas fronteras. La economía será un desastre, pero se han pasado meses y meses obsesionados con una encendida defensa del derecho a que alguien busque la última temporada de Fringe por tí en los internets y te la enlace (le llaman ??libertad de expresiónâ?).