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Lentejas

Y bueno. Por petición popular repetimos hoy la sección de cocina con unas lentejas tradicionales de esas que nos hacía nuestra abuela. Antes de entrar en materia deciros que una de las cosas más importantes de unas lentejas es, como es natural, la lenteja. A mi no me gustan ni las muy pequeñas ni las muy grandes.
Y no inisistais que no pienso hablar de marcas que luego cuando sea un ‘blogger’ famoso me acusaran de no haber puesto claramente un disclaimer 😉

El primer paso para unas buenas lentejas es hacer una especie de sofrito de tomate. Para ello se echan en la olla 3 dientes de ajo, 1 cebolla, los pimientos (verde y rojo), 2 tomates, 1 cucharadita de sal y un buen chorro de aceite (toda la verdura bien picada). Se cuece a fuego lento y a olla abierta durante, aproximadamente una hora. Si no queremos entretenernos en hacer esto, hoy en día venden sofritos de tomate bastante buenos y que no desmerecen demasiado: compramos un bote, lo echamos a la olla y nos ahorramos una horita de cocción… los puristas que no me echen cuenta.

Una vez que tenemos el tomate listo (de una u otra forma) echamos las lentejas, el laurel, la cabeza de ajo, 1 cebolla, 1 tomate (la cebolla, el ajo y el tomate bien limpios pero enteros), las 2 zanahorias peladas y cortadas a rodajitas, un poco de perejil, el chorizo, la morcilla, el tocino (yo suelo comprar un combo asturiano para esto), una pizca de pimienta negra molida y una cucharadita de pimentón dulce (quien quiera darle un poco de ‘color’ puede añadir una puntita de pimentón picante pero, ojo, sin pasarse).

Se cubre todo con agua, se pone a fuego medio hasta que comienza a hervir y luego se vuelve a bajar el fuego durante, aproximadamente, una hora. Id probando para que las lentejas esten a vuestro gusto (ni muy duras ni ‘pellejonas’) y ajustad con agua si os habeis quedado cortos.

¡Ea!. Lore, Chiqui ¿contentos?

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