La frialdad de los números tiene estas cosas. Tal vez a muchas de las personas de derechas, acostumbradas desde siempre a creer en las cosas por acto de fe y sin hacerse demasiadas preguntas al respecto, no les cueste trabajo aceptar una cifra (que, además, corresponde con lo que quieren creer que ocurrió) sin necesidad de que exista un razonamiento de por medio. Yo, por mi parte, estoy esperando ver a alguien que nos cuente, de forma coherente y razonada, donde estaban esos más de dos millones de personas para poder considerarlo seriamente. Mientras que no exista esa explicación, la única forma factible es la que nos cuentan en malaprensa, que la superficie real ocupada por los manifestantes fuese esta:
Y mientras que esperamos esa otra explicación nos tenemos que quedar con las cifras que nos estiman, explican (y que, por si fuera poco, guardan coherencia entre ellas) en el manifestómetro (entre 240.000 y 320.000 asistentes), en el mundo (260.000 manifestantes) o en el país (no encuentro el enlace a los cálculos en su web pero en la edición impresa de ayer estimaban unas 337.000 personas).
Que no son pocas, cuidado, pero que no llegan a los dos millones ni en sueños.
Es que a los del PP se les hacen los ojos chiribitas pensando que pueden volver a tener el poder en sus manos (de donde piensan que nunca debió salir), y cuentan cada una como un manifestante más…. ejem… hay que joerse.
Se me olvidaba, ya ves, la Junta nos mantiene en institutos con un Windows obsoleto. Habíamos solicitado para el próximo curso ser centro TIC y nos han excluido. Los pobres que se olviden del software libre, deben pensar.
Saludos y gracias de nuevo.
Aunque no tiene que ver con el post, muchísimas gracias José María por enviar la noticia de la injusticia con mis alumnos. Te lo agradezco personalmente en su nombre y el de todos mis compañeros, que seguimos creyendo en la justicia social.
Un saludo
Déjate de barbaridades kuroi que es algo donde hay mucha gente que lo hace muy bien y para quedar de segundón no tiene mucho mérito 😉
Ahora en serio, la decepción es totalmente lógica. Salvo excepciones muy puntuales nuestros políticos son como para sentirse defraudados y votar a la opción menos mala cada vez me parece más dificil. Pero es lo que hay y la otra opción, la que dejamos de lado hace ya algo más de 30 añitos, se me antoja bastante peor, así que tenemos que pelear de la forma que cada uno pueda por que las cosas mejoren. No queda otra.
el problema es que los que pensamos por nosotros mismos estamos tan asqueados que acabaremos por no votar… y en el fondo es lo que les interesa.
Estoy tan decepcionado y cabreado por no ser capaz de hacer algo al respecto, que mis allegados empiezan a pensar que acabaré haciebdo una barbaridad.
El problema, a día de hoy, es que los dos grandes partidos, y muchos de los satélites que les acompañan, tienen la creencia de que los votantes somos idiotas…
Y bajo esa premisa, nos hablan y presentan datos totalmente inciertos y disparatados…
Lo malo, como me decía hoy un amigo… es que todavía hay muchos votantes que son idiotas y se creen esos disparates…
Lo bueno, que cada vez somos más los que pensamos por nosotros mismos y no nos dejamos convencer por esos discursos caducos dirigidos a una masa lobotomizada y embobada…
¿Y quién cree a estas alturas cualquier cifra que de nadie? Igual que no me creí las cifras de los manifestantes contra la guerra de Irak en su tiempo no me puedo creer las cifras de cualquier manifestación organizada por partidos políticos.
España es el país de la mentira y la tergiversación: el país del circo de los números, el país donde la estadística pierde todo valor. España se ha convertido en un cachondeo, en el que Fulanito y Menganito salen llamándose de todo por televisión y emplean organismos públicos como si fuesen sus propiedades particulares.
En resumen, que estoy hasta los …
Sensatez. Si hubiera alguien con sensatez… (yo no cuento porque tengo un plan para dominar el mundo …)
Ojalá la Comunidad de Madrid estimase mi salario… dejaría de ser mileurista del tirón.
Me parece un poco vergonzosa la disparidad de cifras y lo que es peor, que no nos indiquen en base a qué criterios obtienen esas cantidades. Por lo menos, en el manifestómetro sí dan parámetros (que luego eres libre de creértelos o no)