«Tampoco podemos pasar por alto la probabilidad de que la inculcación constante de una creencia en Dios en la mente de los niños produzca un efecto tan fuerte, y quizás heredado, en sus cerebros no totalmente desarrollados, que les resulte tan difícil librarse de su creencia en Dios, como a un mono de su miedo y aversión instintivos a una serpiente»
«Tampoco podemos pasar por alto la probabilidad de que la inculcación constante de una creencia en Dios en la mente de los niños produzca un efecto tan fuerte, y quizás heredado, en sus cerebros no totalmente desarrollados, que les resulte tan difícil librarse de su creencia en Dios, como a un mono de su miedo y aversión instintivos a una serpiente»
Hoy se celebra el aniversario del nacimiento de Charles Robert Darwin, el hombre que, le pese a quien le pese, logró contestar satisfactoriamente y sin refugiarse en supersticiones a una de las grandes preguntas que la humanidad se ha planteado desde siempre: de donde venimos.
Qué frase tan bueeeeeeena! NO la conocía, pero creo que se va a convertir en una de esas de cabecera. A pesar de declararme agnóstica, esa idea del dios metida en la cabeza desde la infancia me persigue alguna que otra vez… aunque se a través de las típicas expresiones de !Dios Mio! Imborrable huella, y persistente…
Jenny, muchas gracias. Es un verdadero placer 🙂
Estoy usando tu estupenda plantilla.Felicidades por ella y por tu blog.
Un saludo.
Javier: podía haber apuntado a las páginas del Vaticano pero en el fondo va a resultar que le tengo a cariño a Rouco & co. y me gusta enviarles visitas.
Bromas aparte, en España no ha habido ningún pronunciamiento radical por parte de la jerarquía en contra del evolucionismo (a Dios gracias si me lo permites 😉 ), pero a mi la simple idea de un evolucionismo «descafeinado» a través de un supuesto diseño inteligente o intervención divina de algún tipo me resulta bastante chocante. Me he leído recientemente un libro llamado «¿Puede un darwinista ser cristiano?» que, desde un punto de vista religioso, trata de conciliar ambas posturas y no me convence en absoluto. A ver si le echo un rato y hablamos de ello por aquí.
¿Por qué le va a pesar a la conferencia episcopal -sigo tu enlace- el hecho de la evolución?
No lo entiendo.