Eso hasta ahora. El otro día estuve en casa de Carmen y familia y tuve la oportunidad de jugar por primera vez con una Wii y «The Force Unleashed», el primer juego que recrea el universo de Star Wars para esta consola. Y qué queréis que os diga, ya sé que las críticas recibidas por este título por parte de «los jugones» no son demasiado buenas (y las del segundo juego similar, «The Clone Wars», van en la misma línea), pero para mi eso de sentirme durante unos minutos bajo la armadura de Darth Vader y degollar wookies a golpe de sable laser fue algo casi místico. Y ya si tuviera la ocasión de hacerlo con unos chismes como estos de aquí a la derecha, seguro que hasta entro en trance.
Así que, perdonadme el desplante, pero si hay por aquí algún admirador (o admiradora, que nunca se sabe) buscando impresionarme con su regalo estas navidades, que se olvide del deportivo descapotable, del viaje de vuelta al mundo o del chalet de lujo en Mallorca, que yo con una parejita de estos (y la consola a la que conectarlos, claro) soy el hombre más féliz del mundo. Al menos durante unas semanas.