El principio ha sido desalentador. Hacía ya tiempo que no recordaba eso del Infierno de las Dependencias y ha sido terminar de instalar y comenzar a experimentarlo de nuevo… ¡Ay! Superado esto, he de decir que tiene muy buen aspecto y, sobre todo, algo que echo en falta desde hace tiempo en las distribuciones de Canonical: ¡estos chicos de Fedora arriesgan! Nada más que hay que echar un vistazo a las versiones que manejan en esta Alpha (kernel 2.29, firefox 3.1, thunderbird 3.0, openoffice 3.1, …) y comparar con las que aparecen en el último snapshot de Ubuntu Jaunty. La lista completa con las principales características que aportará Fedora 11 está aquí.
Lo malo, ahora, es volver a adaptarse a otras rutinas, descubrir la forma de usar software para mi imprescindible pero que no está soportado por fedora (como virtualbox, por ejemplo), etc. Pero bueno, en cierto modo esto también forma parte de la distracción, así que no voy a quejarme mucho por ello… ya os iré contando por aquí.
La imagen de aquí arriba no presenta ya el aspecto de recien instalada. El tema de KDE4 es Rapshody y la imagen de fondo de pantalla Emotion.
Tengo que decir, además, que esto para mi es como una vuelta a los orígenes. Red Hat (ahora Fedora en su versión comunitaria) fue la primera distribución de Linux que instalé y usé allá por la segunda mitad de los años 90. No recuerdo bien si fue una versión 4 o la 5… Después de un par de años con esta distribución, la cambié por Debian Potato y nunca he vuelto a usarla en un ordenador personal, aunque si he tratado con algún Red Hat Enterprise Server y con algunos otros derivados (CentOS, Linpus, etc.) por exigencias del guión de turno.