- 300 grs. aprox. de filetes de pechuga de pollo.
- 2 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de tomillo.
- 2 cucharadas de piñones.
- Perejil fresco.
- Queso de roquefort.
- Medio limón.
- Aceite de oliva, sal y pimienta negra molida.
La pechuga de pollo debe de estar fileteada muy fina y la cortamos en tiras de aproximadamente tres o cuatro dedos de ancho (o el ancho que queramos darle a nuestros rollitos). Para el relleno tostamos los piñones y los picamos en la batidora junto con el tomillo, un puñado de perejil fresco, los dos dientes de ajo, sal, pimienta negra molida y el zumo de medio limón (con cuidado de no echar los huesos de este en la mezcla).
Una vez bien picado el relleno tendrá la textura de un paté. Extendemos bien las tiras de pechuga y las cubrimos con él. Añadimos el queso de roquefort desmenuzado en pequeños trocitos y enrollamos con cuidado la pechuga hasta formar rollitos. Normalmente no hace falta cerrarlos con palillos pero podemos hacerlo si nos apetece.
Precalentamos el horno a 170 grados, colocamos los rollitos en una bandeja de hornear, los espolvoreamos ligeramente con tomillo y perejil, los bañamos con un chorrito de aceite de oliva y los metemos en el horno. Los volteamos de vez en cuando y, cuando estén doraditos, los sacamos y los servimos junto con una ensalada a nuestro gusto (en la foto con queso de cabra y nueces).
Muntanyes: en lugar de piñones, querrás decir. Pues lo voy a probar con ambas cosas, con nueces y con piñones, y comparo. 🙂
¡Gracias!
Lo he probado en alguna ocasión, modestamente, en vez de ponerle nueces le solemos poner almendras, queda genial!
Saludos!