- Dos rodajas grandes de salmón (aprox. 500 grs.)
- una docena de langostinos cocidos
- 1 calabacín grande
- 1/2 limón
- media bolsa de brotes tiernos de ensalada (unos 50 grs.)
- media bolsa de rúcula (unos 25 grs.)
- 40 grs. de piñones
- 300 grs. de azucar y otros tantos de sal gorda
- eneldo picado, pimienta, vinagre de módena y aceite de oliva
El salmón hay que marinarlo con 24 horas de antelación. Para ello hacemos una mezcla con 300 grs. de azucar y otros 300 grs. de sal gorda. Cogemos las rodajas de salmón, las espolvoreamos por ambos lados con eneldo y pimienta molida y lo metemos en el frigorífico en un tupper cubierto completamente por arriba y por abajo con la mezcla de azucar y sal que hemos hecho. Elige un tupper ajustado al tamaño del salmón para que no te cueste trabajo. En caso contrario tendrás que preparar más mezcla de sal y azucar para que todo el salmón quede bien cubierto. Ah, y el que le tenga miedo al anisakis ya sabe que el salmón debe de haber estado congelado previamente al menos 24 horas.
Quitamos la piel al calabacín y lo cortamos en rodajas bien finas. Hacemos el aliño con cinco cucharadas soperas de aceite de oliva, dos de vinágre de módena, el zumo de medio limón, sal y pimienta negra. Lo mezclamos todo muy bien y usamos la mitad para aliñar el calabacín. Lo metemos en otro tupper y lo reservamos, también en el frigo, durante un par de horas.
Sacamos el salmón y lo lavamos bien con agua fría para desprender la costra de sal y azucar que tendrá por todos lados. Lo limpiamos bien de piel, espinas y grasa y lo cortamos en pequeños daditos. Cuando lo saquemos del tupper estará más rojo de lo normal y nos dará la sensación de estar acartonado pero tras lavarlo y cortarlo recuperará un tacto apetecible. Finalmente lo aderezamos con un poco de eneldo y aceite de oliva.
Ya casi estamos. Tostamos un poco los piñones y los dejamos enfriar. Cogemos una ensaladera y echamos en ella los brotes tiernos, la rúcula, el calabacín, el salmón, una docena de langostinos pelados y los piñones. Aliñamos con la mitad sobrante de la mezcla que hicimos para los calabacines y listo para comer.
(Y ya, ya se que después de un año sin publicar recetas presentarse aquí con una fuera de temporada y fusilada de otro blog no es lo más correcto… )