Ensalada de salmón y calabacines

icono distintivo de los textos de recetas de cocinaLa receta de hoy es resultado de mi libre interpretación de esta otra aparecida hace unos meses en El Comidista, un blog que no me cansaré de recomendar. El que quiera probar la original, ahí tiene el enlace. El que se fie de mi, adelante.

  • Dos rodajas grandes de salmón (aprox. 500 grs.)
  • una docena de langostinos cocidos
  • 1 calabacín grande
  • 1/2 limón
  • media bolsa de brotes tiernos de ensalada (unos 50 grs.)
  • media bolsa de rúcula (unos 25 grs.)
  • 40 grs. de piñones
  • 300 grs. de azucar y otros tantos de sal gorda
  • eneldo picado, pimienta, vinagre de módena y aceite de oliva

Ensalada de salmón marinado y calabacines

El salmón hay que marinarlo con 24 horas de antelación. Para ello hacemos una mezcla con 300 grs. de azucar y otros 300 grs. de sal gorda. Cogemos las rodajas de salmón, las espolvoreamos por ambos lados con eneldo y pimienta molida y lo metemos en el frigorífico en un tupper cubierto completamente por arriba y por abajo con la mezcla de azucar y sal que hemos hecho. Elige un tupper ajustado al tamaño del salmón para que no te cueste trabajo. En caso contrario tendrás que preparar más mezcla de sal y azucar para que todo el salmón quede bien cubierto. Ah, y el que le tenga miedo al anisakis ya sabe que el salmón debe de haber estado congelado previamente al menos 24 horas.

Quitamos la piel al calabacín y lo cortamos en rodajas bien finas. Hacemos el aliño con cinco cucharadas soperas de aceite de oliva, dos de vinágre de módena, el zumo de medio limón, sal y pimienta negra. Lo mezclamos todo muy bien y usamos la mitad para aliñar el calabacín. Lo metemos en otro tupper y lo reservamos, también en el frigo, durante un par de horas.

Sacamos el salmón y lo lavamos bien con agua fría para desprender la costra de sal y azucar que tendrá por todos lados. Lo limpiamos bien de piel, espinas y grasa y lo cortamos en pequeños daditos. Cuando lo saquemos del tupper estará más rojo de lo normal y nos dará la sensación de estar acartonado pero tras lavarlo y cortarlo recuperará un tacto apetecible. Finalmente lo aderezamos con un poco de eneldo y aceite de oliva.

Ya casi estamos. Tostamos un poco los piñones y los dejamos enfriar. Cogemos una ensaladera y echamos en ella los brotes tiernos, la rúcula, el calabacín, el salmón, una docena de langostinos pelados y los piñones. Aliñamos con la mitad sobrante de la mezcla que hicimos para los calabacines y listo para comer.

(Y ya, ya se que después de un año sin publicar recetas presentarse aquí con una fuera de temporada y fusilada de otro blog no es lo más correcto… )

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