Pues anda que no nos queda ‘ná’ que tragar aún… La próxima vez os lo pensáis mejor, ¿eh? Qué ya veis que esto no es como un mal corte de pelo que en dos meses puedes ir de nuevo a la peluquería a que te lo arreglen…
Pues anda que no nos queda ‘ná’ que tragar aún… La próxima vez os lo pensáis mejor, ¿eh? Qué ya veis que esto no es como un mal corte de pelo que en dos meses puedes ir de nuevo a la peluquería a que te lo arreglen…
En serio hay que esperar tanto?¡?…
Personalmente, estaba deseando que Zapatero y sus secuaces dejasen el Gobierno: me parecían unos ineptos oportunistas, incapaces de tomar las medidas necesarias para que este país no se hundiese. Me parecían un grupo indefendible, la encarnación máxima del mal gobierno.
Pero… sí, desde meses antes de las elecciones, las declaraciones y actitudes de Rajoy empezaron a preocuparme, y no ha sido para menos: Rajoy y sus acólitos del Opus (¿o es a la inversa?) están demostrando que el humanismo cristiano y las políticas de centro están reñidas con la realidad de su ideología.
Rajoy y su gente son malvados, simple y llanamente malvados: han proseguido las líneas más miserables e impías del anterior gobierno de Zapatero, ahondando aun más en la desprotección social del conjunto del pueblo español, han continuado la política de abandono de la soberanía nacional frente a los «mercados» y las directrices de los alemanes (que son la peor gentuza que jamás ha hollado este planeta), han vuelto a políticas medievales en muchos aspectos y, a vender a los españoles como mercancía barata, mercancía de saldo.
La democracia española ha resultado ser la herramienta definitiva de un conjunto de familias «bien» para que las condiciones sociales, laborales y económicas de la mayoría de los españoles regresen a las deplorables condiciones de hace un siglo.
Todas las políticas sociales de la II República y los primeros gobiernos franquistas (los falangistas) encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los españoles se están destruyendo sistemáticamente por una serie de gobiernos de «tecnócratas», que no son más que liberales emperrados en traer hambre y miseria a los españoles para explotarlos aun más.
Socialistas y populares han demostrado que, al final, no se trata de que ellos y sus clanes tengan más que los demás, sino que los demás no tengan nada.