- Balseros. 2002. PelÃcula-documental que parte de la crisis de los balseros entre Cuba y EE.UU. y realiza el seguimiento a lo largo de los años de la vida de muchos de ellos: los intentos frustrados o con éxito de escapar de la isla, la llegada a los Estados Unidos, la decepción de algunos y la difÃcil adaptación de todos al soñado «american way of life».
- El código Da Vinci. 2006. El libro en el que se basa esta pelÃcula parte de una idea discretamente buena pero se convierte en un tostón infumable debido, a mi juicio, a que está mal desarrollado y pesimamente escrito. La pelÃcula aligera y corrige la mayor parte de los defectos del libro y se convierte en un film sin pretensiones pero bastante entretenido y, desde luego, bastante mas aceptable que la novela. Asà que ya sabes: si quieres saber de que va la historia más leÃda de los últimos años por una vez pasa del libro y vete directamente a tu video-club.
- La comunidad del anillo. 2001. El año pasado me trajeron los magos el cofre con la versión extendida de las tres pelis de la trilogÃa y, cansado de buscar un fin de semana adecuado para hacer un marathon y verlas todas de golpe, he decidido verlas una a una. Con ánimo de sacar un poco de punta a una pelÃcula maravillosa sólo comentaré los puntos más negativos: sigo echando de menos a Tom Bombadil, agradezco los minutos de protagonismo que hacen que disfrutemos un poco más de Liv Tyler pero no entiendo en base a que se eligió que fuese Arwen quien rescatara al Frodo moribundo y herido por el Rey Brujo y me sigue pareciendo poco aceptable usar a Merry, Pippin y, sobre todo, a Gimli como contrapuntos cómicos de la pelÃcula.
- X-Men: La decisión final. 2006. Ã?oña e intranscendente al igual que las dos anteriores y la gran mayorÃa de pelis basadas en comics Marvel. Una lástima porque, aunque lo cierto es que la inmensa mayorÃa de los comics de superheroes tienen guiones planos y bastante tontos, existe un porcentaje escaso de buenas historias que, bien escogidas, harÃan que disfrutaramos aún más de unas historias que yo sigo viendo exclusivamente por nostalgia y por lo expectacular de sus efectos especiales.
- Superman returns. 2006. Ni ahonda lo suficiente en la psicologÃa del Hombre de Acero ni se acerca a la espectacularidad de otras pelÃculas de superheroes con lo cual se queda a medio camino de cualquier producto que podrÃa considerar aceptable. Además, aunque Kevin Spacey lo hace tan bien como Gene Hackman se echa de menos a Christopher Reeve y, sobre todo, a la fenomenal Margot Kidder que para mi siempre será Lois Lane.
- Instinto maternal (Losing Isaiah). 1995. Dramón digno de Estrenos TV y totalmente prescindible aunque a mi siempre me seguirá sorprendiendo la relación de pseudo-convivencia tan difÃcil y casi artificial que existe entre blancos y negros en los EE.UU.
- El ocaso del samurai (Tasogare Seibei). 2002. Una especia de «Sin Perdón» a la japonesa (a grandes rasgos) y, posiblemente, la mejor pelÃcula que he visto este mes. Seibei, un samurai de bajo rango, ha perdido las ganas de luchar tras años de cuidar hasta la muerte a su mujer enferma de tisis, a sus dos hijas y a una madre senil. Endeudado hasta las cejas, trabajando sin descanso para sacar adelante a su familia y sin olvidar su estricto código de honor descubre la satisfacción de ver crecer a sus dos hijas. Todo ello narrado durante la segunda mitad del siglo XIX y en el vórtice de los cambios en la sociedad tradicional japonesa que conducirán finalmente a la abolición de la casta de los samurais.