A pesar del Proceso de Kimberley el tráfico de diamantes sigue usándose para financiar las guerras de algunos paises africanos. Aprovechando el tirón de Blood Diamond, Amnistía Internacional ha lanzado una campaña para sensibilizar a ciudadanos y gobiernos de que es necesario un control obligatorio e imparcial para evitar este tipo de comercios.
Los «diamantes ensangrentados» son diamantes de zonas en conflicto cuyo comercio ilegal exacerba los abusos contra los derechos humanos. Gracias a ellos, en los últimos tiempos se han financiado en África conflictos que han provocado la muerte y el desplazamiento de millones de personas. Durante estos conflictos, los beneficios del comercio ilegal de diamantes, que ascendían a miles de millones de dólares, sirvieron a los caudillos militares y a los grupos rebeldes para comprar armas. Se calcula que en Angola, la República Democrática del Congo, Liberia y Sierra Leona han muerto 3,7 millones de personas en conflictos mantenidos, en parte, gracias a los diamantes.
Es tarea de los gobiernos y la industria de los diamantes garantizar que no llegan a los consumidores diamantes procedentes de zonas en conflicto.
Si quieres mostrar tu apoyo a esta campaña de Amnistía Internacional puedes empezar por firmar este formulario.
y x favor preocupemonos por las vida de los demas
bueno pienso que esta muy mal esto y pues ojala
se detenga y que devemos de alludarnos unos a otros
hola soy uno mas de esos que no saven lo que pasa e visto la pelicula «diamante de sangre« y me resulta muy real ya que me estuve informando por medio de internet del tema y mi opinion es que mientras esos pedrusco tengan tanto valor como hasta aora abra jente «mala´´que sea capaz de sacrificar y matar a mujeres y niños para el bien de ellos.
Me resulta sorprendente todo esto y no solo la falta de interes de la personas, sino tambien la falta de informacion esto viene ocurriendo hace varios años y creo que ni la cuarta parte del mundo sabe lo que pasa.
Se matan por tampoco que poco valoran su vida, rebajarse por un puñado de piedras es un acto reprobable digno de cobardes
Y si fueran sólo los diamantes… Está el tráfico de esmeraldas en Colombia (aparte de usarse para finaciar a las fuerzas armadas de la guerrilla y del gobierno se usan niños para su extracción porque así las galerías a cavar pueden ser más estrechas), las barbaridades alrededor de la captura de percas (retratado en la película documental «La Pesadilla de Darwin»)…
Y no es que ignoremos los horrores de este mundo Sergio. Eso sería demasiado complaciente con nuestra culpa: es que nuestro nivel de vida se sustenta en gran medida en esos horrores.
Me parece tan sorprendente como decepcionante que, pese a que en los noticiarios y periódicos se habla de vez en cuando de los conflictos africanos y el tráfico de diamantes, la gente no se interese por el tema hasta que se hace una película: ¡qué facilidad tenemos para ignorar los horrores del mundo!.
No es el primer ni el segundo ni el tercer blog en el que escriben acerca de la problemática de los diamantes de países africanos en guerra: la película parece haber despertado temporalmente algún tipo de conciencia en la blogosfera.
Por cierto, si no fuese por un documental que vi hace un par de años en televisión seguiría igual de ignorante con respecto al problema. Está claro que hasta que los medios no se centran en algo, esto no nos llega: las noticias de los informativos no me llamaron la atención. Me ratifico: ¡qué facilidad tenemos para ignorar los horrores del mundo!