El asunto de los santos y los mártires es algo que siempre me ha llamado mucho la atención dentro de la iconografía cristiana. Sobre todo por el abuso de detalles escabrosos de sangrientas torturas y aparatosas escenificaciones de «milagrerío» más propias de una película gore japonesa que de otra cosa. Este pasado fin de semana, en un pueblo de Castellón, vimos un divertido y claro ejemplo de esto: una placa conmemorativa de uno de los «grandes milagros» de San Vicente Ferrer, actual patrón de la comunidad Valenciana. El texto que la acompaña no tiene desperdicio:
Y sí, ya se que hablamos de 1414 y que por aquellos entonces había mucha gente crédula por ahí suelta pero, por más vueltas que le doy al asunto, no soy capaz de imaginarme como se pensarían los cristianos que se desarrolló el milagro. ¿Se fue recomponiendo el niño y sus pedazos se fueron uniendo poco a poco ante la asombrada vista de todos? ¿Las vísceras, que imagino se eliminaron para no amargar el guiso, vinieron flotando desde el cubo de la basura? ¿Tal vez el santo sólo tapó la cacerola y recitó unas palabras mágicas para luego levantar la tapa y descubrir al niño entero aunque un poco más morenito que antes? ¿Se seguirá creyendo alguien aún hoy tan soberana estupidez estas cosas?
@Crisis: ¡Fantástico! Ya tenemos una explicación creíble para el «milagro» ¿Cómo no se me ocurrió algo así antes?
Seguramente lo que ocurrió fue lo siguente: la madre hasta las narices porque el niño lo le dejaba terminar el guiso «Pepito, deja de correr detrás del pollo o te meto a tí en su lugar en la olla!» San Vicente «Déjalo mujer, si yo prefiero unas papas con chorizo» Luego llegaron los del tomate de la época y la historia se transmitió como se transmitió 🙂
Pero si tenemos a David Copperfield haciendo las mismas cosas hoy en día… sólo que en 1414, no salía por la tele.
S. XV … una época en la que el hombre todavía creía en un Ente que por medio de milagros forjó el mundo en 6 días…
Estos se creían cualquier cosa…
Y, bien mirado, lo de internet también funciona a base de recomponer pedazos en un extremo y en otro 🙂
¡Pues claro que se puede creer! A mí me cuesta más trabajo imaginar cómo funciona Internet… ¡y no pongo en duda que este mensaje va a llegar!