Los trenes de alta velocidad españoles están de aniversario y ayer noche regresando a Madrid me tocó probar uno de los nuevos vagones. Sillones más cómodos con nuevo diseño en la tapicería, un suelo mucho más elegante con lo que parecía una imitación bastante conseguida de tarima flotante, pantallas planas en lugar de los antiguos CRT y, agárrense, enchufes estándar de 220 voltios en todos los asientos de la clase turista. Hoy me arrepiento de no haber hecho una inspección más a fondo por las nuevas instalaciones pero desgraciadamente volvía de la feria (que cada vez empieza antes…) con un par de copas de más (bueno, vale, quizás alguna más) y sólo tuve fuerzas para experimentar con el confort de los nuevos asientos. Una gozada.
Mi vida tal y como es ahora se encuentra indisolublemente unida a la Catedral de Amberes y a los trenes de Alta velocidad en general y a la línea Sevilla-Madrid de AVE en particular, así que a pesar de esos pequeños desencuentros que a veces tengo con ellos no me queda más que felicitarlos por estos maravillosos 15 años y por todos los que, espero, les quedan por delante.
Es que los que curramos en el gremio ferroviario en este país somos muy grandes… 😉
El tren es el transporte menos contaminante, más cómodo y que más respeta al viajero (como dijo un buen amigo «es el único medio de transporte civilizado«, me gustó esa frase). Los precios no bajarán significativamente hasta el 2009.
Tiene sus defectos como todo, pero ha cambiado la vida a mucha gente. Esperemos que lo siga haciendo con muchos más.
Eres un romantico.
Ese fue uno de los problemas iniciales que tuve con el AVE Carmen: empezó a funcionar la línea Sevilla-Madrid y eliminaron el resto de servicios de un día para otro. En cualquier caso sigue habiendo alternativas baratas para hacer el trayecto aunque sean por carretera (ya, ya se que no es lo mismo…) y, al final, te acostumbras y dejas de echar de menos otras opciones y te parece normal tener que pagar ciento y pico de euros si no quieres sufrir un viaje de seis horas en autobus…
Vaya que sí que venías cansado! Por eso estabas tan tranquilo y relajado… pero ahí van algunas críticas. No son contra el AVE en si, sino lo que está significando para la desaparición del tren convencional. Lamento que para que la alta velocidad se expanda necesite unos precios demasiado elevados para demasiada gente. Que llegue el AVE, por supuesto, pero que también exista otra alternativa para quien no puede disfrutar de la comodidad porque no tiene presupuesto suficiente. Desplazarse es un placer, también una necesidad a la que no todos llegan. Y si únicamente hay AVE, también se limitan las estaciones a las que llegan los trenes. ¿No podrían convivir?