La última (y única) vez que estuve en el Reino Unido me di cuenta de que, a pesar de mi (largamente asumida) nula habilidad para los idiomas, necesitas poco más que esta frase para no morirte de hambre en la pérfida Albión. El resto Dios lo proveerá 😉
En aquella ocasión (1998) estuve tres semanitas repartidas entre la baja Inglaterra, Gales y el sur de Escocia y, aunque pasé por Londres y dormí un par de noches muy cerquita del hogar de mi admirado Scherlock, dejé pendiente esa visita para otra ocasión. Que no ha llegado hasta ahora.
Prometo ser bueno y pasármelo bien. Y traeré fotos.
Enlloi yor trip, maifrend!
que te vas a Londres???? Oh no.. joerrrrr… que yo me quedo en Spain.
Supero la envidia y te deseo lo mejor!!!