Y para hoy un postre. Esta receta me la enseñó y preparó por primera vez mi amiga Virgina Murcia hace ya tantos años que casi me da verguenza acordarme de aquellos tiempos… Va por ella.
- 1 tarrina de 250 grs. de queso Philadelphia, San Millán o similar.
- 12-13 galletas maría dorada.
- 3 cucharadas de mantequilla.
- 3 huevos.
- 1 brick de 150 ml. de nata líquida.
- 6 cucharadas de azucar.
- Mermelada de frambuesa.
Se desmigajan las galletas y se echan en un plato sopero. Se calienta la mantequilla y cuando está bien derretida (pero ojo con que no llegue a quemarse) se vierte sobre el plato con las migas de galletas y se mezcla todo muy bien hasta hacer una pasta que se vierte sobre un molde para tartas (yo uso uno de 30 mm.) y se extiende de forma uniforme por su fondo hasta cubrirlo por completo y usando el envés de una cuchara (o una herramienta similar) para aplanarlo bien.
El queso, la nata, los huevos y el azucar se baten bien hasta que la mezcla presente un aspecto homogeneo y sin grumos, se vierte sobre el molde (muy lentamente para no desbaratar el fondo de galletas) y se introduce en el horno precalentado previamente a 200 grados aproximadamente. No tengo bien medido el tiempo que necesita en el horno (15 o 20 minutos tal vez) pero es bien sencillo de calcular por pura observación: cuando la tarta empieza a subir conecto el gril para que se queme ligeramente en la parte superior. A partir de aquí calculo el momento de sacarla mediante el viejo truco de introducir un cuchillo y comprobar que sale completamente seco.
Cuando la tarta empieza a enfriarse se saca del molde y listo. Combina muy bien con mermelada de frambuesa pero conviene añadirla al gusto en el momento de servirla y no antes.
enhorabuena
mi madre me ha echo el pastel
i le a salido un 10 !
Es nata líquida para cocinar Marta.