Icono del sitio Un lugar en el mundo…

Papyre

Papyre 6.1 La lectura y probar chismes electrónicos nuevos son dos de mis principales aficiones y, sin embargo, he tardado más de año y medio desde que empecé a interesarme en serio por los libros electrónicos hasta que por fin me he decidido a comprarme uno. Soy bastante lento a la hora de tomar decisiones de este tipo, si, pero a partir de aquí ya no puedo quejarme mucho por el retraso en el despegue comercial de este segmento. Lo que si puedo es, tal vez, reconocer mis propias incertidumbres ante este tema y ayudar a encontrarle explicaciones a este retraso.

El ebook que finalmente he elegido es el Papyre 6.1, la versión castellana del Hanlin v3. Después de aproximadamente un mes con él entre las manos, y días después del anuncio de que finalmente Amazon venderá su Kindle en España no me arrepiento en absoluto ni de la compra ni de la elección. Todo lo contrario. No me gusta el Kindle por la misma razón que no me gustan los iPhones: jamás pagaría, salvo extrema necesidad o ausencia de competencia, por un dispositivo cuyo fabricante conserve el control sobre el mismo para decidir que es lo que puedo instalarme o, peor aún, para eliminar los artículos que he comprado de forma legítima. Por lo demás, el amplio catálogo en inglés detrás del Kindle y la conexión 3G de que dispone tampoco me parecen factores decisivos (el primero en mi caso, el segundo en general) como para sentirme tentado por el cambio.

El Papyre tiene prácticamente las mismas dimensiones de ancho y alto que un libro de bolsillo regular, casi la misma superficie de lectura que uno de estos y pesa sólo 230 grs (400 grs. con la cubierta protectora de simil-piel que lo acompaña). Para que os hagáis una idea, un libro de bolsillo de 600 páginas pesa alrededor de los 360 grs. y cada uno de los tomos de la saga Millenium más de 800 grs. La memoria interna del Papyre permite almacenar aproximadamente 200 libros como estos. Ya, simplemente por esto, a mi el aparato me convence: los viajes en metro o tren constituyen una gran parte del tiempo que le dedico a la lectura y, en más de una ocasión, he postpuesto la lectura de algo que me apetece mucho simplemente intimidado por lo que supone cargar a todos lados con el «libraco» de marras durante unas semanas.

Una de las principales quejas que leí por ahí antes de comprármelo era que su diseño es antiguo o feo. A mi, sinceramente, no me lo parece. Tal vez desde el punto de vista de la ergonomía le habría colocado los botones de avance de página en otro sitio (al colocarle el protector de simil-piel no quedan bien ubicados para cogerlo cómodamente con una sola mano) pero, por lo demás, me gusta. La duración de la batería es cercana a lo eterno (puedes estar dos semanas con ella usándolo dos o tres horas todos los días) y es tan simple de manejar que casi da verguenza explicarlo.

Pero vamos, también, a criticarlo un poco. Dos son los detalles que menos me gustan del Papyre: los avances y retrocesos de página son lentos e irregulares (a veces tan sólo unas décimas, otras hasta tres o cuatro segundos) y el sistema para marcación de páginas es muy rudimentario. De anotaciones ni hablamos (esto, y se me olvidaba antes, es el único punto que veo a favor del Kindle). Lo del avance de páginas es algo a lo que rápidamente te acostumbras salvo en esos puntos en los que quieres volver a buscar un pasaje leído hace un par de días para aclarar cierta situación de la trama. Hojear un libro en busca de un párrafo cuya ubicación no recuerdas del todo se convierte en una tarea insufrible. No conozco lo suficiente la tecnología en que se basa la tinta electrónica para saber si el problema de los avances de página es debido a algo inherente a esta o a deficiencias en el software porque, si es esto último, implementar una caché que lea por adelantado la siguiente página y la mantenga en memoria debe de ser lo más simple del mundo. Esto no soluciona el «hojeo» de páginas pero mejora la «experiencia de usuario» que diría nuestro amigo Antonio Ortiz, fan número uno de este palabro 😛 . La otra «queja» técnica que tengo que hacer sobre el aparato es que, puesto que funciona como reproductor mp3, es una lástima que no pueda reproducir música simultáneamente a la lectura de un libro. (Pues si que se puede y Javier comenta aquí abajo como hacerlo).

En cuanto a los formatos, el Papyre reproduce perfectamente los más usuales de distribución de libros electrónicos: .FB2, .ePUB y .MOBI (estos últimos a veces son distribuídos con la extensión .PRC). También visualiza perfectamente archivos PDF pero, en este caso, deben de estar formateados a tamaño A5 para que se vean correctamente y se pierden muchas de las opciones de configuración de que disponemos en formatos específicos. Esto, que duda cabe, no es un problema del reproductor. De los formatos que he mencionado antes tal vez el que más me gusta es el menos extendido: el FB2 (hace poco dejé por aquí una chuletilla sobre como crear documentos con este formato).

Lo peor para el lector en castellano es, sin duda, la disponibilidad de libros. De forma gratuita existen infinidad de clásicos y muchos libros «piratas» circulando pero la gran mayoría están en PDF y, a menudo (sobre todo los segundos) la calidad no es buena y encuentras frecuentes erratas o cambios de estilo que te hacen la lectura más incómoda. Bubok ha comenzado de forma tímida a ofrecer en pruebas algunos títulos gratuitos, elaleph.com lleva tiempo ofreciendo sus servicios y mobipocket.com tiene una sección en español pero, de estos dos últimos, el primero tiene un catálogo muy reducido y en el segundo la calidad de los títulos ofrecidos es muy pobre. Si buscas literatura en inglés ebooks.com sea, tal vez, la mejor referencia pero 9$ por un libro de Dan Brown, casi 14$ por uno de Larsson Stieg o 6$ por «La guerra de los mundos» de H.G.Wells (aquí la novedad no cuenta para poner un sobreprecio ¿no?) me parecen precios excesivamente altos para este formato ¿Cuando se vendan novedades en España lo harán a ese precio? Me parece ridículo cobrar a precio de libro de bolsillo algo que ahorra en coste de producción, almacenaje, distribución, etc. frente a estos.

ACTUALIZACI?N: Y para el lector que busque novedades y super ventas en castellano tal vez le interese visitar esta página.

Salir de la versión móvil