Hacía tiempo que no veía los níscalos tan baratos como este otoño, así que anotad y, si aún llegáis a tiempo, aquí tenéis una receta de esas facilonas pero que quedan deliciosas.
- Un pollo entero troceado y sin piel.
- Medio kilo de níscalos.
- 2 cebollas.
- Dos tomates bien maduros sin piel y triturados.
- 4 dientes de ajo.
- 1 pimiento verde
- Perejil
- Un par de hojas de laurel.
- Un vaso de cava
- Sal, pimienta negra molida y aceite de oliva.
Se salpimenta el pollo (en no más de ocho o 10 trozos y sin piel) y se sofríe en la cazuela con aceite de oliva. Cuando esta doradito se saca, se reserva y en el mismo aceite y grasa que ha soltado pochamos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento verde bien picaditos. Añadimos el tomate triturado y después de unos minutos echamos los níscalos (extremadamente bien limpios y troceados con las manos), el pollo, las hojas de laurel y un vaso (unos 25 cc.) de cava. Dejamos cocer 20 o 25 minutos a fuego lento y listo para comer.