Ha tenido que transcurrir más de un mes para que, una vez vencido el miedo a meter la pata, me haya decidido a experimentar con otros firmwares para el Papyre y ver que otras posibilidades ofrecen. Vaya por delante que no he «trasteado» ninguno de ellos a fondo y que seguramente me he dejado muchas posibilidades por explorar y características por descubrir. Me he limitado a instalarlos y a usarlos durante algunos días sin apenas leer documentación ni ayuda alguna sobre los mismos. El procedimiento para cambiar de firmware es bien sencillo y está descrito perfectamente en esta guía.
El firmware de Grammata es el que viene «de serie» con el Papyre pero, ojo, no suele ser la última versión disponible, así que échale un vistazo a la web por si existe una más actual que la que trae instalada el tuyo. Se trata de una versión sencilla, con pocas opciones pero muy estable. Apenas se me ha quedado colgada un par de veces tras más de 3.000 páginas de lectura (si, si, estos cacharros también se cuelgan ¿qué os pensábais?).
La distribución que presenta lbook es, por el momento, mi favorita. Es muy similar en opciones y presentación a la de Grammata (en realidad ambas derivan directamente de la propia del fabricante) pero tiene un formato más elegante y está ligeramente más actualizada (la última de Grammata deriva de la versión 2.11 y la de lbook de la 2.12). Eso si: no te asustes al instalarlo porque tras el primer arranque aparece configurado en un idioma que asusta bastante (es que estos chicos son de Ucrania 🙂 ) y hay que acercarse casi «a tientas» al menú de configuración para pasar a un tranquilizador castellano. En esta misma línea, el firmware que ofrecen desde la versión rusa de su página es más moderno que el que tienen en la parte inglesa (versión 2.22) y, una vez instalado, el procedimiento para configurarlo en castellano es igual al descrito hace unas líneas. A destacar, sobre todo, el lector de formatos fb2 que tiene un finísimo ajuste del tamaño de letra, admite búsquedas, rotación de la pantalla de 90 grados, marcar y guardar anotaciones, incluir un diccionario, etc.
OpenInkpot es la gran promesa. La versión 0.1 de su firmware, la que consideran como estable, es sosa y pobre en cuanto a opciones y no merece la pena. El arranque es lento, aunque tiene el encanto de hacerlo como un terminal Linux de «los de antes». Tiene, no obstante, un sistema de escalado de fuentes mucho más potente que el de ninguno de los anteriores.
Su versión 0.2, sin embargo, es otra cosa. Está aún en desarrollo, presenta algunas opciones vacías o incompletas y el arranque también es más lento que el de los firmwares de lbook o de grammata (el primero después de la instalación puede durar varios minutos, no te asustes), pero lo que tiene funciona y funciona muy bien. Conserva el finísimo ajuste en el control de escalado de fuentes de su hermano menor y añade además la funcionalidad de rotar la pantalla 90 grados para usarlo en modo apaisado. Tiene un menú de juegos con un generador de Sudokus y diferentes tipos de puzzles y otro de aplicaciones que por el momento está vacío pero que espero impaciente para ver que utilidades le añade. La reproducción de audio no parece funcionar aún en esta versión pero las opciones de menú que incluye apuntan a que también estará contemplada. La ventana inicial es mucho más atractiva y permite mantener un libro abierto y en memoria para recuperar su lectura de forma más rápida.
Para los valientes, existen snapshots diarios que pueden resultar altamente inestables. Pero cuidado: la instalación de cualquiera de estas versiones elimina la tabla de particiones de la unidad de almacenamiento interno, perdiendo todo su contenido y obligándote a dar muchos «cabezazos» hasta recuperarla de nuevo, así que los menos curtidos mejor lo dejáis para cuando sea más estable ¿vale?. Avisados quedáis. Por cierto: disponen también de versiones «live» que se ejecutan desde una smart card sin tocar la instalación que tienes hecha pero que, igualmente, pueden eliminarte la partición de la unidad de almacenamiento interno.
En definitiva, parece que tanto Grammata como lbook se limitan a retocar ligeramente el aspecto de lo que la casa matriz distribuye con el lector y casi lo único que puedes elegir es cual te resulta más atractivo. Si quieres algo distinto y novedoso tienes que irte a OpenInkpot. pero yo que tú me esperaría aún un tiempo hasta que estabilicen la versión 0.2.
Y bueno, aún me restán por probar, al menos, cuatro versiones más: la de Pixelar, la de Bebook, la de EzReader y la del propio fabricante que además proporciona otras utilidades para, por ejemplo, personalizar el logo de inicio. Pero esto se queda ya para otro momento…
Y a todo esto, aún no he encontrado ninguna herramienta en el mundo Linux para pasar los PDF a un formato más adecuado para estos dispositivos (fb2, epub o mobipocket ) ¿Conoces alguna? Para Windows, existen estas herramientas de Mobipocket que convierten PDF’s a formato prc (mobipocket) y que mejora bastante la calidad de la lectura. Algo que funcionara en Linux y que convirtiera a fb2 sería perfecto.
ACTUALIZACI?N: Tirwal es otra interesante versión a tener en cuenta basada en lbook.